Con el doble propósito de ser más productivos
La ganadería en países de trópico bajo, donde proliferan los pequeños y medianos productores, busca constantemente alternativas para ser eficiente, reducir costos y poder subsistir. Así surge el esquema doble propósito en Colombia que con la entrada en vigencia de los TLC se enfrentará a jugadores industrializados, ¿podrá salir bien librado ante los nuevos competidores?
Para la Asociación de criadores de ganado en Doble Propósito, Asodoble-Colombia, la ganadería de doble propósito se concibe como un sistema de manejo en donde se debe producir simultáneamente y en forma rentable carne y leche, sobre una misma explotación bovina. Dicho sistema de producción representa el 40% del hato total del país y entrega cerca del 60% de los machos que se ceban y la leche que se consume en Colombia. Por ello, cada aporte que impulse la productividad de este modelo tendrá un impacto sobre la actividad pecuaria nacional.
El Doble Propósito ha sido una alternativa de producción bien posicionada, a través de los años, en zonas cálidas y de trópico bajo como las que imperan en Colombia. Pero ante la coyuntura actual, que exige mayor competitividad y desarrollo, debido a la apertura de mercado y entrada en vigencia de nuevos acuerdos comerciales, surgen inquietudes sobre el futuro de este modelo.
De acuerdo con el médico veterinario Gabriel Enrique Serrano Díaz, de Asosimmental-Simbrah, en épocas de abundancia y disminución de precios, no existe un sistema con mejor flexibilidad que el Doble Propósito, ya que en periodos de abundancia evita el desperdicio de leche; mientras que puede efectuar incrementos en el volumen cárnico y lácteo para los días de escasez.
En nuestro medio (Colombia) predomina la orientación de Doble Propósito, en la cual se utiliza el mestizaje entre razas productoras de carne y razas productoras de leche, buscando que la vaca sea proveedora de ambos recursos: de leche a través del ordeño y de carne al concebir un ternero con cualidades cárnicas. “Una de las dificultades más reconocidas que padece este modelo es el manejo racial de los hatos, la dicotomía surge de utilizar toros de tipo europeo, que mejoran la producción láctea pero disminuyen la capacidad de adaptación, o cebuínos que causan el efecto contrario”, asegura Serrano Díaz, de Asosimmental. (Mire aquí -Galería: Normando, una raza que vale por dos-)
Esta situación, lejos de ser un obstáculo, puede convertirse en una oportunidad para los ganaderos del país, pues la entrada en vigencia de nuevos tratados comerciales hace que los ganaderos se vean obligados a buscar otros escenarios y a reinventar la actividad pecuaria. De acuerdo con Luis Alfonso González Saavedra, presidente la Asociación Holstein de Colombia, éste es el momento ideal para cruzar las razas lo cual ofrecerá un alto potencial para impulsar la productividad.
La infraestructura sobre la cual se ha desarrollado la ganadería de doble propósito en Colombia es notablemente inferior a lo que ostentan los productores en EE.UU. y la Unión Europea. (UE), por eso es fundamental mejorar la calidad de los productos. “Es momento de que se genere una reinvención del ganadero en especial porque en nuestro territorio el Doble Propósito surgió como una necesidad de supervivencia y ahora además debe ser rentable”, indica González, de Asoholstein.
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